El coche eléctrico impresiona a los futuros conductores

Reportaje realizado por Gaby Esono

El coche eléctrico es actualmente la única alternativa de propulsión sin emisiones con posibilidades de ser comercialmente viable. A la espera de que los futuros conductores aprendan a valorar las ventajas de este sistema, de momento su volumen de ventas en nuestro país sigue siendo anecdótico, con 324 vehículos eléctricos matriculados hasta mayo de 2015 (más 46 unidades del Renault Twizy, que se contabiliza por separado), cuando el mercado acumula 443.888 modelos nuevos en la calle.

cochesafondo-clase-coches-electricos-colegio-vora-del-mar-cubelles-renault-zoe-3Aunque hay factores objetivos que suponen un freno a una mayor difusión de estos modelos (escasa autonomía, recarga lenta y pocos puntos donde hacerlo), lo cierto es que para la gran mayoría de conductores el coche eléctrico es un misterio. No saben cómo funcionan ni los han conducido; es probable que muchos ni siquiera hayan visto uno aun, o que no sepan identificarlo.

cochesafondo-clase-coches-electricos-colegio-vora-del-mar-cubelles-7Los futuros conductores no tendrán este problema. Para cuando muchos de los niños de hoy estén en edad de conducir, el vehículo eléctrico será probablemente una realidad cotidiana que, si creemos ciertas previsiones actuales, a medio plazo podría convivir con cierta naturalidad con los vehículos convencionales e híbridos.

cochesafondo-clase-coches-electricos-colegio-vora-del-mar-cubelles-6   Esa fue una de las impresiones que saqué de mi visita al colegio Vora del Mar de Cubelles (Barcelona), donde di una charla a los alumnos de 4º de Primaria como complemento a las clases sobre medio ambiente y energías renovables que realizaron a final de curso.

Para darla me acerqué hasta la escuela con un Renault Zoe que me cedió la marca del rombo para la ocasión, y con el que recorrí sin problemas la distancia de más de 50 kilómetros (más otros tantos de vuelta) que separan la localidad costera de la Ciudad Condal.

Apenas llevaba unos segundos hablando, subido al escenario del gimnasio del colegio, cuando empezaron a levantarse un montón de manos. A pesar de tener entre nueve y diez años de edad, muchos de los niños y niñas sabían qué son los coches eléctricos, pero a la vez tenían muchas inquietudes sobre el tema: cuánto tardan en cargarse, si hacen ruido cuando circulan, dónde tienen el tubo de escape, cuánto dura la batería, si son todos automáticos, si son más caros que los «normales», si todos llevan GPS…

cochesafondo-clase-coches-electricos-colegio-vora-del-mar-cubelles-renault-zoe-2Me alegré de haber hecho una presentación sencilla, porque sus preguntas resultaban mucho más interesantes que las diapositivas que tenía previsto proyectar. Eso sí, a la hora de definir qué es un coche eléctrico, era necesario mostrarles que había diferentes tipos de vehículos en el mercado que utilizaban la energía acumulada en baterías, parcial o totalmente, para desplazarse.

Los agrupé en tres bloques: híbridos (con imagen del Toyota Prius como ejemplo), híbridos enchufables (el recuerdo reciente e imborrable de la prueba del BMW i8 me puso fácil la elección) y eléctricos puros (el Nissan Leaf, primer intento serio de hacer un eléctrico comercialmente viable). A pesar de que hay variantes significativas dentro de cada grupo, y también que ya se vende un coche con pila de combustible (Toyota Mirai), los tres grupos señalados son el presente más realista y es relativamente sencillo cruzarse con alguno de ellos por la calle o encontrarlos en los concesionarios.

cochesafondo-clase-coches-electricos-colegio-vora-del-mar-cubelles-8Les sorprendió que les dijera que el mecanismo de un coche de juguete a pilas era muy similar al de un coche eléctrico, por otra parte infinitamente más simple que el de un motor de combustión interna. Les reté a contar las piezas en sendos vídeos en los que se mostraba despiece y el funcionamiento de uno y otro, ejercicio en el que pusieron tanto empeño como en conocer todos los detalles del Renault Zoe.

Renault es, junto con sus socios de Nissan y algunas otras como BMW o Volkswagen, una de las marcas que más claramente ha apostado por la propulsión eléctrica. Es por ello que me puse en contacto con la marca para que me cedieran un coche para la ocasión. Les pedí un Renault Zoe por ser un coche específicamente eléctrico -no como el Renault Fluence Z.E., que parte de la berlina de tres volúmenes-, sin ser tan llamativo como el Renault Twizy. Además, se trataba de aprovechar la oportunidad de ver cuanto podía alejarse uno de la gran ciudad sin llegar a preocuparse por la autonomía.

cochesafondo-clase-coches-electricos-colegio-vora-del-mar-cubelles-renault-zoePoco les importó esto, sin embargo, a los chavales, que tenían ganas de que acabara de hablar para enseñarles un coche eléctrico de verdad. Les llamó mucho la atención el gran tamaño del cable para cargarlo (llevaba dos en el coche, uno para un panel de carga rápida, y otro para la red doméstica, disponible desde hace poco), pero todavía más cómo se iniciaba la operación, pulsando un botón del mando a distancia para que se abriera el rombo del frontal. Se preguntaban si la recarga podía hacerse en cualquier enchufe convencional y, sin entrar en muchos detalles, les expliqué que sí, aunque el mejor sitio para hacerlo era en un panel específico.

Con el capó, puertas y portón del maletero abiertos, el enjambre de niños se abalanzó sobre el Renault Zoe curioseando todos sus detalles, tratando de encontrar diferencias con los coches «normales». Encontraron pocas, aparte de la evidente en el vano motor, porque de lo que se trata es de que el utilitario se desenvuelva en el tráfico con naturalidad (todo lo contrario, por ejemplo, que el BMW i8).

Ahora bien, el momento cumbre de la presentación llegó a la hora de ponerse en marcha. Metido en el patio del colegio, el Renault Zoe comenzó a avanzar en silencio. ¿Absoluto? Pues no, porque a baja velocidad (hasta 30 km/h) emite un leve sonido, como de nave espacial de película de los ’80, que permite intuir a un peatón distraído que no está solo en la calle.

Pese a ello, la ausencia de las típicas vibraciones del ralentí, o del sonido del motor al subir o bajar de revoluciones, dejó claro a los jóvenes espectadores que los coches eléctricos no son un cuento, sino una realidad que, quién sabe, quizá se acabe imponiendo cuando les llegue el momento de decidir el tipo de transporte con el que desplazarse a diario.

 

 

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