Los coches del Dakar 2013: Buggy Qatar Red Bull Rally Team

 

 

©Red Bull

Cuantos más años pasan, más difícil se hace clasificar a Nasser Al-Attiyah. Príncipe de Qatar y medallista olímpico, aquí sin embargo nos interesa más su faceta como piloto. Por más que su acomodada posición pueda mantener encendido el escepticismo de algunos, lo cierto es que el ganador del Dakar 2011 atesora méritos suficientes como para colocarlo entre la lista de candidatos a la victoria este año, en el que repetirá participación con Lucas Cruz en un equipo, el Qatar Red Bull Rally Team, al que también se han añadido Carlos Sainz y el copiloto alemán Timo Gottschalk.

Tras la mala experiencia de 2012, en la que participó con uno de los rapidísimos pero frágiles (e ilegales) Hummer de Robby Gordon, este año ha querido tenerlo absolutamente todo bajo control. Después de disputar la Baja Qatar con un Toyota Hilux de Overdrive, Al-Attiyah pensó que quería hacer algo diferente y para ello se dejó seducir por la filosofía americana que ya había experimentado con el Hummer.

Sobre la base de este modelo, un ingeniero europeo trabajó en el adelgazamiento (de 2.000 a 1.500 kg) y en la redistribución de pesos, con el motor (un V8 de Chevrolet Corvette de serie, con brida de 39 mm) colocado justo detrás de los asientos, y a continuación la caja de cambios.

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Después se encargó el desarrollo de la suspensión a Jefferies Racing, un pequeño constructor y preparador de coches y camiones todoterreno de competición con base en California. Éste es, en palabras de Deman Jefferies, uno de los hermanos propietarios de la empresa, uno de los puntos fuertes del buggy, que cuenta con unos grandes recorridos de suspensión pero, a la vez, el técnico americano asegura que es mucho más resistente de lo habitual en los coches producidos en Europa a pesar de haber tenido que reducir la anchura de los triángulos.

Otra de las ventajas de este prototipo es el autoinflado de los neumáticos, unos Toyo Open Country M/T 37×13.50 R 17 LT. Este sistema permite seguir la marcha en caso de pinchazos lentos, y variar a voluntad la presión según el terreno sin tener que detenerse.

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Y les hará falta, porque a pesar de que tanto Nasser Al-Attiyah como Carlos Sainz aseguran que este buggy es muy rápido en dunas y muy fácil de conducir, además de potente, el disponer únicamente de tracción a las ruedas traseras será un hándicap sólo superado por el hecho de que se trata de un coche con muy pocos kilómetros de prueba a sus espaldas.

De momento, el qatarí, padre de este proyecto, asegura que lo importante en esta edición del Dakar es que los dos coches lleguen a la meta, aunque aspira a conseguir alguna victoria de etapa, ya que siente que este buggy es mejor que el Hummer y, sobre todo, tiene mayor potencial para lograr alzarse con el triunfo final más adelante.

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