Bugatti 16C Galibier Concept: el futuro, más clásico que nunca

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©Bugatti

Molsheim (Francia).- Sólo una marca como Bugatti era capaz de robarle el protagonismo, aunque sea parcialmente, al acontecimiento automovilístico europeo y mundial que se celebra en Frankfurt estos días.

Para ello le ha bastado con presentar las primeras imágenes del Bugatti 16 C Galibier Concept, un prototipo que bien podría convertirse en el futuro modelo de producción del mítico fabricante.

El presidente de la marca, Franz-Josef Paefgen, hizo mucho hincapié sin embargo durante la presentación en que este concept car es sólo uno de los estudios de diseño que están barajando para el desarrollo de su oferta en los próximos meses.

Tres eran los valores que Ettore Bugatti y su hijo Jean imprimieron al sello que luce orgulloso su apellido en el frontal de modelos irrepetibles: arte, forma y técnica. Prueba de ello fue el haberse convertido en uno de los primeros constructores que usaron piezas de aluminio en las carrocerías, los bloques de motor y las llantas.

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©Bugatti

Esa misma filosofía se mantiene intacta hoy, 100 años después de la creación de la marca. Con este nuevo concept car de 4 puertas Bugatti pretende instaurar nuevos estándares en la combinación de materiales.

La carrocería, por ejemplo, está construida con paneles de fibra de carbono hechos a mano pintados de color azul oscuro cuya estructura brilla sensiblemente cuando es iluminada. Estas piezas, rígidas a la par que ligeras, contrastan con el aluminio pulido de las puertas y las aletas delanteras.

El diseño reinterpreta la inspiración basada en el Type 35 que ya se usó en el Veyron, con una arquitectura en forma de torpedo. También es clásico el diseño de la parrilla del radiador, envuelto por un enorme capó cuya estampa recorre toda la longitud de este automóvil de lujo. Los faros, de tecnología LED, ponen el contrapunto tecnológico a los guiños al pasado.

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©Bugatti

No se puede decir que una arquitectura de 16 cilindros sea novedosa, pero si a los 8 litros de capacidad le añades doble sobrealimentación y su funcionamiento flex-fuel, que le habilita para funcionar con etanol, ya tenemos la forma como Bugatti entiende que se pueden hacer coches de superlujo sin dejar de pensar en el medio ambiente. Eso sí, en términos relativos.

La tracción a las cuatro ruedas, los frenos cerámicos específicos para este modelo y un nuevo diseño de suspensión se encargan de asegurar que el comportamiento dinámico del Galibier raya a la misma altura que promete su motor.

Naturalmente, en el interior se trata de plasmar lo que sugieren las formas de la carrocería, con una elegancia en el diseño y calidad en los acabados y materiales al alcance de muy pocas marcas.

El salpicadero ha sido reducido a lo esencial, con dos relojes centrales que permiten a los ocupantes de las plazas posteriores estar informados de la velocidad y de la potencia utilizada. Este último un ‘gadget’ marca de la casa.

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